La bruja del lago


En un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques, hace mucho tiempo, existía un lago misterioso conocido como el “Lago de la Bruja”. La gente del pueblo evitaba acercarse al lago debido a los rumores de que una bruja malvada habitaba en sus aguas y atraía a los viajeros incautos para hacerlos desaparecer.


Un día, un grupo de jóvenes del pueblo, cansados de las historias de terror, decidieron investigar el lago por sí mismos. Sin temor, se adentraron en el bosque y llegaron al lago. Al principio, todo parecía normal, pero pronto comenzaron a sentir una sensación extraña en la piel, como si algo los estuviera observando.


Mientras se acercaban al borde del lago, una figura oscura emergió de entre las aguas. Era una bruja anciana, con ojos verdes y una mirada maligna. Los jóvenes intentaron huir, pero la bruja los detuvo con su magia y les dijo que solo los dejaría ir si les daban algo a cambio.


Los jóvenes no tenían nada valioso con ellos, así que la bruja les exigió que le trajeran una ofrenda en forma de un sacrificio humano. Los jóvenes se negaron, pero la bruja los amenazó con matarlos si no cumplían su deseo.


Desesperados y sin salida, los jóvenes volvieron al pueblo y se dirigieron al anciano más sabio del lugar, quien les contó la verdadera historia de la bruja del lago. La bruja había sido una mujer normal que se había enamorado del hombre equivocado y, al ser rechazada, había hecho un pacto con el diablo para obtener poder y venganza.


El anciano les dio a los jóvenes un plan para vencer a la bruja. Con el plan en mente, los jóvenes se adentraron de nuevo en el bosque y enfrentaron a la bruja en el lago. Con su valentía y astucia, lograron vencerla y liberaron a todas las almas atrapadas en el lago.


El plan que les dio el anciano para vencer a la bruja consistía en recolectar hierbas y plantas sagradas para fabricar un amuleto protector, rezar una oración especial, llevar un objeto de plata, utilizar la astucia para engañar a la bruja y mantener la calma y no mostrar miedo ante ella.


A partir de ese día, el Lago de la Bruja ya no fue temido por la gente del pueblo. Sin embargo, aún se decía que, en días de luna llena, se podía escuchar el llanto de la bruja en el lago, recordando su venganza fallida.

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