LA NOVIA DEL DUENDE


Esto ocurrió en la casa de campo de Don Felipe, cuando jugaban sus hijos Moisés, José y la hija mayor que tenía 16 años, quien se llamaba Julia y era una jovencita muy guapa; mientras jugaban los hermanos menores, Julia se acercó al poso a sacar agua, sin darse cuenta tropezó con un chancho que estaba recostado cerca del pozo, el cual despertó y gruño fuertemente asustando a Julia, provocándole que perdiera el equilibrio y se cayera dentro del pozo. 

Moisés, al percatarse de lo ocurrido, corrió en su ayudada a tratar de sacarla del pozo, mientras José el hermano menor, corría a la casa para avisarle a su padre lo ocurrido, el cual salió apresuró, despavorido y angustiado, a las justas pudieron sacar a Julia, la cual estaba muy asustada y lloraba desconsoladamente. 

Los días pasaban y Julia poco a poco iba bajando de peso, pues no comía absolutamente nada, su mirada cada vez se le notaba más y más distante, no pronunciaba palabra alguna, no salía para nada de su habitación, dicen que en la noche se despertaba gritando y lloraba. Don Felipe, cansado de hablar con médicos que no daban con el mal que padecía Julia, decide ir en busca del Cuto (personaje al que le faltaban las extremidades) el brujo del pueblo.

Cuando este singular personaje llego a ver a Julia, empezó hacer sus conjuros, tirando huesos sobre una manta de color rojo, luego hizo lo propio con las hojas de la coca, para de esa manera poder saber que era lo que tenía Julia; después de unas horas el Cuto salió del cuarto y se dirigió a Don Felipe, diciéndole que la Julia no tenía un mal de Dios, lo que le había pasado a Julia es que cuando cayó al pozo había perdido su ánima; y que además, en dicho pozo vivía un duende el cual tenía prisionera al ánima de la desafortunada muchacha, y que no la liberaría tan fácilmente porque el duende estaba enamorado del ánima de Julia y quería que esta fuese su mujer.

El Cuto también le dijo, que sería un trabajo muy difícil de hacer, pero que él haría todo lo posible para liberar el ánima de tan macabro captor; así que, le pidió a Don Felipe que consiguiera un cuyo negro, una gallina negra y siete semillas de maíz de diferentes colores. 

Después de conseguir lo requerido por el Cuto, le dijo a Don Felipe que con ayuda de algunos familiares sacaran a Julia de su cuarto para empezar el ritual; cuando sacaron a la joven está se encontraba pálida casi, casi como si estuviera agonizando, el Cuto se dispuso a fumar un cigarro marca Inca y bebió un primer sorbo de huashpay, después de ello se encomendó a todos los Arcángeles del cielo y le pidió a San Jorge que lo ayudara a rescatar el ánima de Julia, se dirigió al pozo donde había caído la joven y empezó a llamarla rezando y pronunciando palabras en quechua, que solo sabe Dios qué era lo que quería decir. 

Mientras esto ocurría Don Felipe con ayuda de sus familiares agarraban fuertemente a Julia que se estremecía y contorsionaba desesperadamente; cuando de pronto Don Felipe sintió que una fuerza indescriptible ingreso dentro de su hija provocándole que la joven se desvaneciera y cayera en un profundo sueño; según el Cuto era el ánima de Julia que había regresado a su cuerpo. 

Después de todo lo acontecido el Cuto corto la garganta del cuyo y la gallina, dejando caer la sangre roja, caliente y espumosa en una olla de barro, después, sembró las siete semillas de distintos colores al costado del pozo y procedió a regarla con la sangre de los animales degollados, mientras elevaba una oración a San Jorge, luego le dijo a Don Felipe que durante siete días tenga a su hija en reposo y que por ningún motivo permita que esta se asuste con nada ni con nadie y que riegue las semillas todos los días a las siete de la noche, ya que de lo contrario podría perder a su hija para siempre. 

Así trato de hacerlo, digo trato, porque un día antes de cumplirse los siete días Don Felipe se dirigía a regar las semillas y de manera accidental tropezó con el mismo chancho causante de que Julia cayera al pozo, el animal empezó a gruñir fuertemente asustando a los demás animales de la chacra al perro, a los gallos y a las ovejas quienes provocaron un gran escándalo asustando nuevamente a Julia a la que vieron salir saltando por una ventada de su dormitorio, y la vieron meterse de cabeza en el pozo, Don Felipe y algunos familiares corrieron tras Julia, sin embargo, no la pudieron encontrar dentro del pozo.

Don Felipe triste y desesperado mando traer nuevamente al Cuto para que lo ayudara, cuando llego este deforme personaje le respondió, increpándole que ahora sería imposible traer a Julia nuevamente de regreso, pues ella le pertenecía ahora al duende que habitaba el pozo, y que jamás la verían nuevamente, puesto que el pozo al igual que muchos otros estaban conectados con la laguna del lugar, y que ese sería el lugar donde viviría Julia con su captor. 

Don Felipe le lloro, le suplicó, se arrodilló pidiéndole que le ayudara, el Cuto conmovido por la tristeza del padre de la joven le dijo que existe una posibilidad para rescatar a Julia, pero esta es mucho más difícil y solamente tendrían una oportunidad de hacerlo; el Cuto le pidió una soga bañada en agua bendita, y le dijo que en la próxima luna llena tendrían que ir a la laguna, y que busque a tres hombres fuertes para que los ayudaran.

Así, esperaron la próxima luna llena, y fueron a la laguna; el Cuto agarro la soga y la baño con agua bendita y le dijo a Don Felipe, que viera lo que viera escuche lo que escuche que no pronuncie el nombre de su hija, ya que ella está bajo el encantamiento del Duende, y si ella lo ve se meterá en la laguna y nunca más la volverían a ver. 

Cuando ya eran casi las doce de la noche, las aguas de la laguna empezaron agitarse y con gran asombro vio a su hija salir de la laguna; sin embargo, ya no era la misma, ya no era humana, había cambiado su apariencia y tenía la mitad del cuerpo como la de una culebra. 

Don Felipe se sorprendió tanto y con desesperación grito el nombre de su hija “JULIA”; al darse vuelta vio a su padre con lágrimas en los ojos y de rodillas, y la joven le dijo “PADRE, PODÍAS HABERME TENIDO DE REGRESO, PERO NO PUDISTE QUEDARTE CALLADO, AHORA NO ME VOLVERÁS A VER ” y de un chapuzón se metió nuevamente a la laguna, acompañada de una inmensa culebra. 

Dicen que cuando hay luna llena y pasas cerca de esa laguna, una mujer hermosa te llama desde la orilla, seduciéndote con su inverosímil y pálida belleza, ella es la hija Don Felipe, quien te seduce y te atrae a una muerte segura para alimentar al Duende de la laguna y a sus hijos.

Autor: Kumar N.C.

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