La Reencarnación de Stephanie


¡Dios! ¡Qué dolor en el pecho sentí!, al abrir mis ojos en la oscuridad un hombre me apuñalaba, ¿estoy soñando? ¡Se siente tan real! El dolor es muy real, como pude y pese al dolor traté de quitarme de encima a mi atacante, en el forcejeo pude quitarle la máscara que llevaba puesta, - ¿Rubén? -Mi atacante era Rubén… Mi amado esposo…


En el umbral de mi muerte alcancé a balbucear - ¿Por qué? - Las lágrimas brotaban de mis ojos, ya casi sin vida, y lo escuche decir —. ¡Porque te odio y me estorbas! ¡No te amo y necesito dinero! - Y asestó la última puñalada, directo al corazón.

Y mientras mi aliento dejaba mi cuerpo un odio y una rabia desmedida por este suceso me hizo decir —¡Maldito seas Rubén, mi asesinato está en tus manos! ¡Te encontraré, y te destruiré!!! ¡Maldito, maldito!!! - Y así todo se puso negro, había muerto.

Estuve, no sé cuanto tiempo en un limbo de oscuridad, escuchando gritos y recibiendo golpes, de vez en cuando veía una luz al final, pero nunca la podía alcanzar, hasta hoy que la luz se abrió cerca de mí y no lo dudé, salté a ella… Al tratar de abrir mis ojos, la luz me cegaba, pude escuchar voces y una en particular la reconocí, quise decir lo que él me había hecho, pero nadie me entendió.

Han pasado 6 años en este nuevo cuerpo y aunque al principio quise que supieran quién era, nadie me creyó, pero mi plan hoy por fin ha dado frutos.

— ¡Hazlo Kimi, hazlo!!!, nadie te ama, nadie quiere tenerte a su lado, ¿de qué vale tu vida?… ¡Mira lo que hiciste!! - le insistía, tomándole la mano y poniéndole el revólver en la sien – aquí, aquí, jala el gatillo y ya ¡Libertad absoluta! Paz y tranquilidad para ti!!! - la pobre Kimi no paraba de llorar, tantas lágrimas y mocos en su cara no la dejaban ver su atroz acto, no daba crédito a lo que le había hecho a sus gemelos, ¡no sabía que le había pasado ni porque lo hizo…!

Los gritos y golpes desesperados de su esposo en la puerta la distraían , pero yo insistía, — ¡Hazlo! ¡Hazlo! - hasta que !PUM!!! Y todo acabó para ella… La puerta se derrumbó y el hombre entró llorando junto al cuerpo de sus hijos y su esposa… Mirándolo cuál inocente le dije, - Pobre papi, ya no tienes nada, solo te quedo yo.— Y con mi sonrisa de niña le recordé – Dime Rubén, ¿disfrutaste mi dinero desde que dejé de estorbarte? - Me miró sorprendido…

__ ¿Stephanie? - El muy desgraciado sí se acordaba de mí – Pero tu, tu… — Tartamudeó

__ ¿Morí? ¡Me mataste!!! ¡Me apuñalaste!!, Juré que regresaría y te haría pagar todo lo que me hiciste Rubén.

__ ¡Maldita, sal de mi hija!!! Deja a mi hija en paz!! - Se abalanzó sobre mí y comenzó a apretar mi cuello… ¿Yo?… Yo reía mientras volvía a morir y veía como la policía entraba y le disparaba por el atroz acto que estaba haciendo con su familia…

Créditos a quien corresponda

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